Con
dos goles del "Enano", el conjunto dirigido por Simeone se consagro
campeón del torneo Clausura al vencer a Olimpo por 2 a 1.
Cuatro
años sin una vuelta olímpica son una eternidad en la vida de River. Si
bien hubo una racha nefasta de 18 años (entre 1957 y 1975), en esa
época el club logró conformar equipos realmente buenos que no pudieron
consagrarse por escasos puntos o bien, porque el fútbol argentino era muy parejo y los equipos grandes (excepto Racing, que ya
empezaba a entrar en la sequía) tenían formaciones de lujo. Sin
embargo, en estos últimos cuatro años la historia de River fue
diferente.
Después de aquella consagración en el Clausura 2004, bajo la conducción de Leonardo Astrada, el club empezó a vender
a sus principales figuras y a reemplazarlas por jugadores de menor
nivel, en especial durante el segundo semestre de 2005. El paso de
"Mostaza" Merlo reflejó a uno de los equipos más pobres en la gloriosa
historia de la institucón, mientras que lo de Passarella dejó un saldo
positivo en los Superclásicos pero una imagen realmente negativa en
todos los torneos que jugó.
Las
cosas mejoraron, y mucho, desde la llegada de Simeone, quien consiguió
demostrar la capacidad que algunos no sabían mostrar (caso Villagra,
Abelairas y, en algunos detalles, Buonanotte) y, más allá de haber
perdido en La Boca y de ser eliminado increíblemente en la
Libertadores, la campaña es muy buena, al menos en cuanto a números.
Quizás al equipo le falte jugar mejor, pero hoy por hoy lo que importa es que River es el nuevo campeón del fútbol Argentino.
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